Oh María, Puerta del Cielo y Señora de
nuestras almas, no permitas que nos apartemos del camino que nos lleva hacia
Dios; y acompáñanos en el día de nuestra muerte, para que podamos contemplar tu
belleza y contigo gozar en el cielo de la posesión eterna de tu Hijo, en
compañía de todos los santos.
María, Reina y Señora de la Paz.
Ruega por nosotros.
María, Camino de salvación.
Ruega por nosotros.
María, Madre de los que sufren.
Te consagramos, Madre, a los hombres,
haz
que sobre ellos no prevalezcan las tinieblas, sino la luz.
Te consagramos, Madre, a la Iglesia,
hazla en el mundo sacramento eficaz de la
redención.
Te consagramos, Madre, nuestras vidas,
llénalas de Cristo, luz del mundo y único
Salvador,
que reina con el Padre y el Espíritu
Santo, por los siglos de los siglos,
Amén.
POR FAVOR COMPARTE Y COMENTA ESTA ORACION
No hay comentarios:
Publicar un comentario