Poderosa y bendita Madre de
Dios la Esperanza de los
Mortales en la Tierra.
Madre Sabedora de que habéis
recibido la misión divina
de guardar, guiar, alegrar y
consolar a las almas,
a Vos acudo con inquebrantable fe
e ilimitada
confianza.
Vuestro título de Madre de la
Esperanza
me alienta sobremanera;
vuestro nombre ya es prenda de
buena acogida;
vuestra misión es seguridad de
otorgamiento.
Seguro de que vuestros brazos se
abren en
todo momento con solicitud
maternal, en ellos me arrojo.
De Vos todo lo espero.
Aún cuando todo el mundo me
abandone,
aún cuando la ciencia me
desahucie,
aún cuando el Cielo oculte sus
celajes,
aún cuando Dios no oyera ya mis
ruegos,
aún cuando las tinieblas
envolvieran mi alma,
aún cuando todo el camino se me cerrara,
y sin luz, sin calor, sin fuerza,
sin
aliento,
sin sostén alguno ni humano ni
divino,
estuviera por hundirme en el
abismo de la
desesperación,
a vuestro amparo me acojo.
Vos no me abandonaréis, oh Madre
mía;
Vos fuisteis, sois y seréis,
después de
Jesús,
toda mi esperanza.
En Vos confié y en Vos confío
contra toda
esperanza
y seguro estoy que no quedaré
confundido.
¡Oh Madre buena y poderosa, oh
Madre de la
Esperanza
mirad mi aflicción y necesidad:
(hacer la petición),
atended lo que con gran fe y esperanza
os solicito,
dadme consuelo, dadme solución a
mis necesidades,
escuchad mi plegaria,
porque de vos todo lo espero,
Madre y Señora mía, Virgen de la
Esperanza.
Por Jesucristo tu Hijo, nuestro
Señor.
Por la gracia de mi señor Jesús
Amen y Amen….
No hay comentarios:
Publicar un comentario