Poderoso y grande eres Príncipe
de la gloria San Rafael,
Nombrado medicina de Dios, salud
de los enfermos,
Poder de luz a los ciegos, guía
de caminantes,
protector de la limosna, del
ayuno y de la oración.
Por aquella caridad con que
acompañaste al joven Tobías,
te pido, oh glorioso protector
mío,
me libres de todos los males y
peligros,
y me acompañes en la
peregrinación de esta vida mortal,
para llegar felizmente a puerto
de salvación en la eterna.
Por la infinita gracia de mi
señor Jesús Amen..
No hay comentarios:
Publicar un comentario