Padre Creador, que me diste el
universo como herencia, ábreme la fuente de la riqueza infinita para que ahora
mismo yo comience a pagar todas las deudas y me sumerja ya en la abundancia sin
fin.
Sé que todo pedido hecho con fe,
obtiene el resultado, como lo enseñó Jesús; por lo que este mi pedido, para que
todas mis cuentas sean pagadas divinamente,
ya está siendo atendido. Me coloco bajo la orientación divina. Sigo las
instrucciones de Dios y voy pagando correctamente, todo lo que adeudo a los
demás, pues lo que es de otros, no me pertenece ni me hace falta, ya que la abundancia
infinita fluye hacia mí como una lluvia torrencial.
Alejo de mí, para siempre, la
tentación del miedo de pasar necesidad, de empobrecerme, de disminuir mi
patrimonio en caso de pagar las deudas.
Cuanto más pago, más recibo, creyendo en la ley de que es dando como se
recibe. Así es, porque así como pienso
sucede.
Gracias Padre por la riqueza
inagotable, por la riqueza inmensa que viene hacia mí a cada día, de tal forma
que digo a todos, con alegría, que ya estaré pagando todo correctamente. Tengo una fe inquebrantable.
Mi suerte está cambiando y la
riqueza afluye a mí. Visualizo todas las cuentas, los pagarés, las letras, los
valores, desde ahora pagados y los cheques firmados, todo en la mayor
perfección. Así es y así será. Amén.