Por los santísimos nombres de
Jesús y María, les mando, espíritus diabólicos, ¡apártense de nosotros (se dice
el nombre o nombres) lugar o situación y no se atrevan a volver, tentándonos y
perjudicándonos! Jesús y María, San Miguel Arcángel, defiéndenos, Santos
ángeles custodios presérvanos de los ataque insidiosos del espíritu maligno
(repetir tres veces). Oh María siempre Virgen, concebida sin pecado, ruega por
nosotros que recurrimos a tú.
Amén.