Poderosa “Señora, virgen y santa
protectora de cuantos jóvenes habitan en el Cielo, te invoco con la alegría de
saber que junto a ti no me encuentro en soledad ante el transito que
experimento.
Te siento cerca y preciso de tu
ayuda pues en mi interior albergo el dolor que no logro hacer desaparecer.
Tú que conoces el sufrimiento, la
angustia y la pena, y que supiste superarlas con valentía y tesón, concédeme la
fuerza para que pueda yo licuar la sangre endurecida por los problemas que no
se resolver.
Señora, haz que pueda ser
constructivo y superar las adversidades que me acompañan cual penumbra en la
sordidez de mis senderos.
Te pido, reverente señora, que
aquietes mi excitación, que pacifiques mi impulsividad, que frenes, en
definitiva, el sentimiento de aflicción que envuelve y oprime mi pecho y la
respiración”.
Señor, en tus manos dejo cada una
de mis obras del día de hoy, por favor guía mis acciones y ayúdame a alcanzar
mis propósitos, aleja al enemigo mal intencionado de mi vida y permíteme avanzar
por caminos de alegría y bendición.
Mi vida y mis más grandes anhelos
están bajo tu cuidado, porque confío en ti, confío en tus promesas y porque sé
que Tú has de cumplir tu palabra en mi vida, Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario