La palabra hablada y la fe,
cuando se unen, tienen el poder para transformar cualquier situación.
Recite diariamente la siguiente
oración que es un medio para despertar este poder a favor de su vida
financiera.
“Oh, Dios el creador de este
vasto universo, estoy aquí para abogar a favor de mi vida financiera. Que desde
parte superior de mi cabeza hasta las plantas de los pies, yo este rodeado por
un arroyo de riqueza.
Vierte sobre mí el don de la
riqueza, para que yo vea su gloria y proclame su existencia dondequiera que
vaya.
Y que el ángel del dinero me
visite y ponga en mis manos el espíritu de la fortuna,
para que todo lo que toque venga
a prosperar y lo que sea errado pase hacer acertado. Que el oro y la plata,
vengan de las cuatro partes del
mundo para que yo sea bendito y tenga muchas posesiones.
Manifiesta en mí tu grandeza y
hazme ganar, conquistar y enriquecer, porque tú eres un Dios que suma,
multiplica y agrega.
Por el poder en nombre de Jesús
levanto mi voz y profetizo que a partir de ese momento, el dinero vendrá de
todas las direcciones y los aludes en abundancia.
A ahora mi destino está sellado
porque soy un hijo (a) de Dios, que creó toda la riqueza del mundo y voy a ser
muy rico (a).
Dame, oh Padre Celestial, el
espíritu de la fortuna y toda su riqueza y abundancia en mi vida, según tus
designo,
porque para ti Señor todo es
posible!,
sé que el Señor puede interferir
en mi vida y que mi llamamiento para llegar a sus riquezas,
vertido en mi vida será
concedido.
Eso es lo que te pido y determino
que pasará,
por mi fé en el nombre poderoso
de Jesucristo.
Amén”.
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