Poderosa María, madre nuestra,
flor de juventud.
Camino de mi vida, ésa eres tú.
Soy como un camino al anochecer,
que busca en el silencio
los pasos de tu ayer.
Sin ti el mundo sería
como un paisaje sin luz,
un día sin sol, un rostro sin
sonrisa.
Sin ti, María, no habría luz,
sin ti no habría una sonrisa.
Soy como una barca sin remos en
el mar,
que va por la marea buscando tu
amistad.
Eres la mañana, el despertar de
una ilusión,
eres la belleza de una puesta de
sol.
Sin ti el mundo sería
como un paisaje sin luz,
un día sin sol, un rostro sin
sonrisa.
Sin ti, María, no habría luz,
sin ti no habría una sonrisa.
En el Nombre de Jesús Padre todo
poderoso Amen.
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