¡Glorioso San Juan de Dios, caritativo protector de los
enfermos y desvalidos! Mientras vivisteis en la tierra no hubo quien se
apartase de vos desconsolado: el pobre halló amparo y refugio;
los afligidos
consuelo y alegría; confianza los desesperados y alivio en sus penas y dolores
todos los enfermos.
Si tan copiosos fueron los frutos de vuestra caridad
estando aún en el mundo, ¿qué no podremos esperar de vos ahora que vivís íntimamente
unidos a Dios en el Cielo?
Animados con este pensamiento, esperamos nos
alcancéis del Señor la gracia de… si es para mayor gloria de Dios y bien de
nuestras almas. Intercede milagroso santo, por
(decir TÚ NOMBRE o el nombre de la persona que deseas ayudad)
para que pueda superar su enfermedad,
y llevaré tu nombre por los
confines de mi vida
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