El demonio odia el escapulario. Un día al Venerable
Francisco Yepes se le cayó el escapulario. Mientras se lo ponía, el demonio
aulló: “¡Quítate el hábito que nos arrebata tantas almas!”.
——————————————————————————–
Un misionero Carmelita de Tierra Santa fue llamado a
suministrar la unción de los enfermos en el año 1944. Notó que mientras
caminaba, sus pies se hundían cada vez más en el fango hasta que, tratando de
encontrar tierra firme, se deslizó en un pozo de fango en el que se hundía
hacia la muerte. Pensó en la Virgen y besó su hábito el cual era escapulario.
Miró entonces hacía la Montaña del Carmelo gritando: “¡Santa Madre del Carmelo!
¡Ayúdame! ¡Sálvame!”. Un momento más tarde se encontró en terreno sólido.
Atestiguó más tarde: “Sé que fui salvado por la Santísima Virgen por medio de
su Escapulario Carmelita. Mis zapatos desaparecieron en el lodo y yo estaba
cubierto de él, pero caminé las dos millas que faltaban, alabando a María”.
——————————————————————————–
Salvados del Mar
En el verano de 1845 el barco inglés, “Rey del Océano” se
hallaba en medio de un feroz huracán. Las olas lo azotaban sin piedad y el fin
parecía cercano. Un ministro protestante llamado Fisher en compañía de su
esposa e hijos y otros pasajeros fueron a la cubierta para suplicar
misericordia y perdón. Entre la tripulación se encontraba el irlandés John McAuliffe.
Al mirar la gravedad de la situación, el joven abrió su camisa, se quitó el
Escapulario y, haciendo con él la Señal de la Cruz sobre las furiosas olas, lo
lanzó al océano. En ese preciso momento el viento se calmó. Solamente una ola
más llegó a la cubierta, trayendo con ella el Escapulario que quedó depositado
a los pies del muchacho.
Durante lo acontecido el ministro había estado observando
cuidadosamente las acciones de McAuliffe y fue testigo del milagro. Al
interrogar al joven se informaron acerca de la Santísima Virgen y su
Escapulario. El Sr. Fisher y su familia resolvieron ingresar en la Iglesia
Católica lo más pronto posible y así disfrutar la gran protección del
Escapulario de Nuestra Señora.
——————————————————————————–
Un Hogar Salvado del Fuego
En mayo de 1957, un sacerdote Carmelita en Alemania publicó
una historia extraordinaria de cómo el Escapulario había librado un hogar del
fuego. Una hilera completa de casas se había incendiado en Westboden, Alemania.
Los piadosos residentes de una casa de dos familias, al ver el fuego,
inmediatamente colgaron un Escapulario a la puerta de la entrada principal.
Centellas volaron sobre ella y alrededor de ella, pero la casa permaneció
intacta. En 5 horas, 22 hogares habían sido reducidos a cenizas. La única
construcción que permaneció intacta, en medio de la destrucción, fue aquella
que tenía el Escapulario adherido a su puerta. Los cientos de personas que
vinieron a ver el lugar que Nuestra Señora había salvado son testigos oculares
del poder del Escapulario y de la intercesión de la Santísima Virgen María.
——————————————————————————–
El Escapulario aviva el fervor
En Octubre de 1952, un oficial de la Fuerza Aérea en Texas
escribió lo siguiente: “Seis meses después de comenzar a usar el Escapulario,
experimenté un notable cambio en mi vida. Casi inmediatamente comencé a asistir
a Misa todos los días. Durante la cuaresma viví fervorosamente como nunca lo
había hecho. Fui iniciado en la práctica de la meditación y me encontré realizando
débiles intentos en al camino de la perfección. He estado tratando de vivir con
Dios y doy el crédito al Escapulario de María”.
——————————————————————————–
Recordemos que el escapulario es un signo poderoso del amor
y protección maternal de María y de su llamada a una vida de santidad y sin
pecado.
Usar el escapulario es una respuesta de amor a la Madre que
vino a darnos un regalo de su misericordia. Debemos usarlo como recordatorio
que le pertenecemos a ella, que deseamos imitarla y vivir en gracia bajo su
manto protector
Si te ha gustado esta ORACIÓN puedes hacer clik en ME GUSTA, en + 1 y de compartirla en FACEBOOK, TWITTER, CORREO ELECTRÓNICO y demás redes sociales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario