¡Domina en el amor! ¡Santa Marta es tu aliada! Durante nueve
martes seguidos, rézale esta oración (por la mañana, al despertar). Si quieres
que sea más efectiva, cada martes cópiala (una vez) en una papel blanco, con
crayón negro. Dobla el papel en cuatro, quémalo… y deja que las cenizas se
esparzan al viento. También puedes usar esta oración para seguir algo que
ansíes mucho. Cuando Santa Marta te lo concede, llévale flores blancas a la
iglesia… o colócalas ante su imagen.
¡Oh Santa Marta Milagrosa! me acojo a tu amparo y
protección, entregándome por completo a ti para que me ayudes en mi
tribulación. Y en prueba de mi afecto y acción de gracias te ofrezco, propagar
tu devoción, que hago desde luego. Consuélame en mis penas y aflicciones, te lo
suplico por la inmensa dicha que alegró tu corazón al hospedar en tu casa de Betania,
al Salvador del Mundo, intercede por mí y por toda mi familia… que conservemos
en nuestros corazones a nuestro Dios para que sean remediadas nuestras
necesidades y, en especial, ésta que ahora me aflige (Aquí, haz la petición).
Te suplico venzas las dificultades… como venciste al dragón
que tienes a tus pies. . ¡Así sea! Amén.