¿Quién podrá calmar tanta desesperación, tanta
desolación, tanto desgarramiento?
¿Quién podrá, si el Padre me abandona?
No me dejes en esta desesperación, padre celestial,
porque no puedo amarte con el alma extraviada.
Ten piedad de mí, Padre Amado, y da alivio a este
pecador.
Amén.
COMPARTE ESTA ORACIÓN, SEGURO QUE HAY MUCHAS PERSONAS QUE LA NECESITAN
No hay comentarios:
Publicar un comentario